En la noche del 27 de enero de este año Juan Soto cumplía su rutina de entrenamiento en una plaza cercana a su casa en Caracas cuando de pronto, al entrar a su automóvil tres hombres armados lo obligan a salir de su lugar y lo envían al asiento de atrás iniciando una odisea que Juan accede a compartir con conmebol.com.
Nada…para lo que pudo ser, para la forma en que pudo acabar todo.
Nada…apenas una cirugía para reparar elrostro que fue la parte del cuerpo más afectada con una fractura del pómulo derecho y la quijada.
Nada…si se pone en consideración que al hombre “lo mataron y no murió”.
En la noche del 27 de enero de este año Juan Soto – venezolano, árbitro desde los 19 años, en lista FIFA desde el 2005- cumplía su rutina de entrenamiento en una plaza cercana a su casa en Caracas cuando de pronto, al entrar a su automóvil -“que era de la empresa donde trabajo”, cuenta Juan- tres hombres armados lo obligan a salir de su lugar y lo envían al asiento de atrás iniciando una odisea que Juan accede a compartir con conmebol.com.
conmebol.com: ¿Cómo fue eso Juan?
Juan Soto: Así, de la nada, ellos no me conocían, fue algo al azar, que le pasa a mucha gente. Yo entrenaba en una plaza de Caracas y como la zona es de cierto nivel y vieron el auto creyeron que podían sacarme dinero o algo de valor
c.c.: ¿Qué te dijeron?
JS: Fueron violentos en todo momento y siempre pidiéndome dinero, me acostaron con la cabeza sobre el regazo de uno de ellos y a medida que me preguntaban por el dinero me pegaban en la cabeza con la culata de la pistola. Yo les decía que no tenía dinero y entonces me pedían que los llevara a mi casa. Vivo muy lejos, les decía yo y ellos se ponían muy nerviosos
c.c.: ¿Amenazaron con matarte?
JS: Sí, decían de todo y no estaban solos porque se comunicaban con otras personas por teléfono y la otra gente preguntaba cómo iba todo y ellos contestaban. En una de esas uno empieza a decir que yo estaba armado, que era militar, yo no entendía pero ellos habían encontrado un carnet mío de reservista del ejército y entonces me decían que era militar, que estaba armado, que dónde estaba el arma
c.c.: ¿Y qué les decías?
JS: Que si yo hubiese estado armado ya hubiese estado muerto yo o al menos uno de ellos porque armado no me iba a entregar
c.c.: ¿Cómo pudiste estar tan tranquilo en un momento así?
JS: Hoy, recordando todo, yo llego a la conclusión que el arbitraje me salvó la vida
c.c: ¿De qué manera?
JS: Nosotros estamos sometidos permanentemente a una alta tensión, a mucha presión. Cada partido nos somete a climas muy difíciles y uno va aprendiendo a dejar de lado todo ese ambiente para concentrarse en su trabajo. Yo estoy seguro que todo eso que se aprende en el arbitraje me ayudó a salvar mi vida.
c.c. ¿Cómo siguió todo?
JS: Yo recuerdo solamente hasta allí, habrán sido unos cuarenta minutos y después se me borró todo, ya no recuerdo más nada hasta que me tiran al barranco
c.c.: ¿Te tiraron a un barranco?
JS: Sí, eso ya fue como a las dos de la madrugada, me ataron las manos y los pies y lo que hasta ahora siento, es algo que se me quedó, es una brisa en la cara, me lanzaron así como se tira a alguien a una piscina. Después hubo otro caso en donde mataron a otras personas y el método había sido el mismo, los arrojaron prácticamente en el mismo lugar.
c.c.:¿Cómo te salvaste?
JS: Un camión-grúa pasó por el lugar en el momento en me arrojaban y el conductor avisó a la Guardia Nacional y la Guardia avisó a los bomberos y así me encontraron. Cuando yo sentí que me estaban moviendo abrí los ojos y pregunté: “¿Tú me estás ayudando?” y los bomberos me decían que sí, que me tranquilizara porque estaban allí para ayudarme.
Juan en el hospital, con el rostro herido pero sin lesiones de gravedad. Un milagro.
Juan Soto tomó parte activa de los trabajos teóricos y prácticos realizados por los árbitros de élite de la CONMEBOL en el curso desarrollado en Santiago de Chile del 8 al 12 de mayo. En el acto de clausura el presidente de la Comisión de Árbitros de la CONMEBOL, Carlos Alarcón, destacó su fuerza de voluntad y le deseó una total y pronta recuperación.
Recuperación. Juan participó de todas las actividades teóricas, técnicas y físicas en el curso de Santiago de Chile.
Lo habíamos visto entrenar en esos días junto a sus compañeros. Su empeño, sus ganas impresionaban y se lo mencionamos.
“Es que es así, hoy tengo el doble de ganas. Mi familia no está muy de acuerdo con que siga arbitrando pero después de lo que pasé esto me da mucha fuerza. Sin duda el arbitraje me salvó la vida y hoy me daánimo para recuperarme física, sicológica y espiritualmente”.
Robert Singer/conmebol.com
Fotos: Bernardo Corujo (foto en el hospital) /Sabrina Cartasso y Carolina Colmán/conmebol.com
