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Hace 26 años, Nacional se convirtió en el último equipo uruguayo en ganar la Copa Libertadores

Fue como una ráfaga tricolor que cruzó toda la noche del miércoles 26 de octubre de 1988 en el magnífico estadio Centenario.

 

Fue como una ráfaga tricolor que cruzó toda la noche del miércoles 26 de octubre de 1988 en el magnífico estadio Centenario. La salida de Nacional al campo de juego fue un estruendo maravilloso, que conmocionó a propios y extraños y que fue el puntapié inicial para revertir la serie final ante Newell´s Old Boys, tras la derrota 1-0 en Rosario y que aquella victoria por 3-0 le permitió por tercera vez en su historia, alzar la Copa Libertadores.

El camino hasta ese partido decisivo no había sido fácil. A diferencia de lo sucedido en los años anteriores, donde solo el primero de cada zona avanzaba a la siguiente instancia, en la de 1988, el segundo también tendría ese privilegio. Nacional ocupó ese lugar detrás de América de Cali, al haber obtenido 3 victorias, 2 empate y 1 derrota. Lo curioso fue que ésta se produjo nada menos que por 6-1 ante Millonarios en Bogotá.

En los octavos de final el cruce fue ante Universidad Católica, que había ganado invicto su grupo y tenía un muy buen cuadro. La ida en Santiago fue 1-1 con tantos de Rubén Espinoza y Felipe Revelez y le revancha también fue igualdad, pero en cero, por lo que Nacional logró el pasaporte a cuartos de final, por el gol marcado en condición de visitante. A partir de este encuentro, se produjo una incorporación que sería decisiva: Hugo de León. Regresado tras una temporada en el Logroñés, aportó su personalidad, firmeza y liderazgo.

En la etapa siguiente lo esperaba Newell´s Old Boys, que era el campeón del fútbol argentino, pero que tenía resentida su estructura, por las ventas de Fabián Basualdo, Gustavo Dezzoti y Abel Balbo. Fue 1-1 en Rosario (Pautasso y De Lima) y 2-1 en Montevideo (Ostolaza, Lemos y Cardaccio en contra). Para que los cruces sean parejos, se había determinado que, como los cuartos de final eran tres encuentros, el mejor de los perdedores también avanzaría a las semifinales. Y esa plaza fue para Newell´s.

Allí fueron dos grandes choques: duelo de argentinos por un lado (Newell´s vs San Lorenzo, donde el elenco rosarino ganó los dos partidos y se instaló en la final) y reedición de los cruces de fase de grupos por el otro (Nacional vs América de Cali). La ida tuvo lugar el 5 de octubre en Montevideo, con triunfo local por la mínima gracias a la conquista de Yubert Lemos. El desquite fue un disputado choque en el estadio Pascual Guerrero de Cali, donde el cuadro local se puso en ventaja con gol de Anthony de Ávila, pero a 8 minutos del final llegó la igualdad de Juan Carlos De Lima, quien entró al área por izquierda, bajó la pelota con el pecho, trabó con el arquero Julio Falcioni, y desde el piso, la introdujo en la valla. Festejo y delirio. Locura uruguaya en Cali, porque tras 8 años, Nacional era otra vez finalista de América.

La primera final tuvo como escenario la cancha de Rosario Central, el miércoles 19 de octubre. Fue tan peleado y trabado como se pensaba, y los hombres dirigidos por José Yudica ganaron por la mínima con gol de Jorge Gabrich. En el equipo argentino asomaba un juvenil delantero que haría historia en todos los arcos del mundo: Gabriel Batistuta.

Y llegó la revancha, esa que Nacional esperó con todas sus ganas y que el técnico Roberto Fleitas planificó a la perfección: presión desde el primer instante, ataque permanente y subida incesante de los laterales Pintos Saldaña y Soca. A los 13 minutos, llegó el merecido gol, tras una mala salida de Juan Manuel Llop (que actuaba en la inhabitual posición de lateral derecho) que tras una serie de rebotes llegó a los pies de Ernesto Vargas en el punto del penal y con una media vuelta perfecta, abrió el marcador. Todo siguió del mismo modo, sin poder salir el equipo argentino del asedio y a los 36, tras un corner desde la derecha, Santiago Ostolaza de cabeza, anotó el segundo.

Pero no le alcanzaba a Nacional, porque el reglamento indicaba que si cada uno ganaba un partido, debía jugarse un alargue, y recién allí valdría la diferencia de los goles marcados en las finales. A 10 minutos del epílogo de los 90, el juez brasileño Arnaldo César Coelho sancionó un penal para los locales, que la categoría de Hugo de León transformó en gol. Fueron al tiempo extra, pero Newell´s ya había bajado los brazos, sin reservas futbolísticas para revertir la situación. Solo quedó en los registros de los estadígrafos por las expulsiones de Héctor Morán y Jorge Theiler.

Llegó el final y la gloria que volvía a teñirse de rojo, azul y blanco. Nacional por tercera vez alzaba la Copa Libertadores en los brazos ganadores de Hugo de León. Ni el más pesimista de los futboleros uruguayos hubiese supuesto que esa sería, hasta este momento, la última consagración de un equipo de su país en el máximo certamen de nuestro continente.

Formaciones de la final

Nacional: Jorge Seré; José Pintos Saldaña, Felipe Revelez, Hugo de León, Carlos Soca; Santiago Ostolaza, Jorge Cardaccio, Yubert Lemos; Ernesto Vargas (Daniel Carreño), Juan Carlos de Lima, William Castro (Héctor Morán). DT: Roberto Fleitas.

Newell´s: Norberto Scoponi; Juan Manuel Llop (Víctor Ramos), Jorge Theiler, Jorge Pautasso, Roberto Sensini; Darío Franco, Gerardo Martino, Juan José Rossi, Roque Alfaro (Sergio Almirón); Jorge Gabrich, Gabriel Batistuta. DT: José Yudica

 

Eduardo Bolaños – CONMEBOL.com

 

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