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El club de Arsenio Erico en una instancia que lo catapulta a la consideración internacional

Arsenio Erico, paraguayo, goleador histórico del fútbol argentino con Independiente de Avellaneda, se formó en el club Nacional en Barrio Obrero. Nacional, finalista de la Copa Bridgestone Libertadores de América, con una campaña irreprochable llegó a una instancia que lo catapulta a la consideración internacional, ante San Lorenzo de Almagro…

Arsenio Erico, paraguayo, goleador histórico del fútbol argentino con Independiente de Avellaneda, se formó en el club Nacional en Barrio Obrero.

La cancha de la «Academia», nombre que le dio la gente al club, porque históricamente la integraban jóvenes, en su mayoría.

Se caracterizó por ser una cantera formadora de futbolistas y el más notable, en toda la historia del fútbol paraguayo, fue Arsenio Erico.

Nacional, finalista de la Copa Bridgestone Libertadores de América, con una campaña irreprochable llegó a una instancia que lo catapulta a la consideración internacional, ante San Lorenzo de Almagro, otro primerizo en esta definición del torneo más importante a nivel de clubes.

Arsenio Erico, calificado por el ilustre Alfredo Di Stefano «como el jugador más extraordinario que vi en mi vida», se ganó el incondicional afecto de la hinchada de Independiente de Avellaneda a fuerzas de goles y talento.

En realidad, Erico, fue el primero en poner más allá de la frontera paraguaya a su club Nacional, porque nunca negó su origen de paraguayo y tampoco el club donde se formó. Todas las veces requeridas, mencionó a su club, donde pasó la mayor parte de su infancia y su adolescencia.

El desaparecido presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Humberto Grondona, ex- presidente de Independiente, era un admirador de Erico y aludía, en sus innumerables visitas a la sede de la CONMEBOL, que «Erico era un fenómeno, como jugador y ser humano.»

El Sr. Grondona recordaba que Erico, venia en ómnibus para la práctica de Independiente y bajaba en la Avenida Mitre, la principal avenida de Avellaneda, y la gente, «como en una procesión seguía los pasos del paraguayo, en forma silenciosa, mirándolo con inocultable admiración».

293 goles en más de 320 partidos con la casaca del Independiente de Avellaneda, lo consagra como máximo goleador del fútbol argentino y uno de los jugadores más extraordinarios que haya tenido jamás el fútbol paraguayo.

Paradójicamente Arsenio Erico nunca pudo vestir la casaca nacional de su país, la Albirroja.

Nacional, tiene una estirpe de notables, Arsenio Erico, es uno de ellos y como homenaje a tantos hombres y mujeres que construyeron una tradición, estar en la final de la Copa Libertadores de América, es un tributo a quienes, desde distintas generaciones, acunaron un sueño, que sólo el fútbol es capaz de brindar… sin distinción de clases. Nacional de Paraguay, con varios tocayos en el continente, está ahí. Tiene una cita con la historia, no tan difundida, pero no por eso, menos grandiosa…

 

 

NEBESE/CONMEBOL.com

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