Dos dias trás, Eduardo Vargas lloraba al saber que su mamá Paola Vargas había sufrido un preinfarto y quería regresarse a Chile, pero ella le convenció de quedarse con su selección y jugar el mejor partido de su vida para ayudarla en su recuperación.
Y el mejor homenaje que le pudo rendir 'Edu' a su madre fueron los cuatro goles que anotó en la histórica paliza 7-0 que Chile le propinó este sábado a México, que le dioo el boleto a semifinales de la Copa América Centenario.
"Estoy muy contento por el triunfo y la clasificación. Le quiero dedicar este partido a mi mamá y a mi familia", dijo el delantero a la televisora local.
Con el corazón apretado, el delantero del Hoffenheim de la Bundesliga alemana salió el sábado a jugar contra México en el Levi's Stadium, en Santa Clara (California), pero antes de pisar la grama se arrodilló en una esquina de los vestidores y rezó por la salud de su progenitora.
Los médicos no recomendaron que Doña Paola presenciara el partido por televisión, pero igual Vargas cada vez que anotaba un gol elevaba el índice al cielo, como transmitiéndole un mensaje.
Si Arturo Vidal era el cerebro del Chile en el mediocampo, Vargas fue su corazón, para propinarle a México la peor derrota de su historia en partidos oficiales de la FIFA.
Chile enfrentará, por el pase a la final, al seleccionado de Colombia, que en otro cuartos de final derrotó a Perú en tanda de penales.
"Colombia es muy fuerte. Tiene jugadores de nivel mundial muy técnicos, pero nosotros tenemos también lo nuestro", indicó Vargas.
Con los cuatro goles del sábado, Vargas suma seis tantos en el torneo, y pasa a encabezar la tabla de goleadores de la Copa América Centenario.
Vargas ya suma 31 goles con Chile y es el máximo goleador histórico de la 'Roja' en la Copa América igualado con Francisco Hormazabal con 10 dianas.
El último que marcó un póker de goles para Chile en una Copa América fue David Arellano en 1926.
Noventa años más tarde Vargas igualó la hazaña para homenajear a su madre.
AFP
