Una renovada selección paraguaya es la que se vio este sábado en el amistoso en el que cayó ante México 1-0 en la ciudad de Atlanta.
Una renovada selección paraguaya es la que se vio este sábado en el amistoso en el que cayó ante México 1-0 en la ciudad de Atlanta.
Solo dos de los considerados históricos de la albirroja aparecieron desde el arranque, el portero Justo Villar y el central Paulo Da Silva.
La zona medular con Derlis González, Celso Ortiz, Robert Piris y Óscar Romero le dieron una tónica diferente a ese sector de albirroja que supo controlar en gran parte del juego los embates de una ya formada selección mexicana que la tuvo difícil al no encontrar la salida clara, pues los delanteros, Jorge Benítez y Tony Sanabria, otros dos de la renovación albirroja, bajaban hasta la mitad del terreno a ayudar en la recuperación, algo que lograron en varios pasajes.
En el fondo, Blas Riveros, lo más novel de esta albirroja, fue el que pagó el derecho de piso al no retornar acaso a tiempo y verse sorprendido por un pelotazo a sus espaldas que concluyó con el gol mexicano, denotando el espíritu ofensivo del zaguero que seguramente aprendió que en estos eventos recuperar la posición táctica, dentro del terreno de juego, lo más rápido posible es una de las claves.
Fabián Balbuena haciendo dupla con Da Silva, y Bruno Valdez por el extremo derecho completaron ese once inicial que se vio sorprendido por el gol, y que acaso es cierto careció de profundidad, algo que ya lo logró en el segundo tiempo con el ingreso de Darío Lezcano el jugador más explosivo con el que cuenta Paraguay en la actualidad.
En el complemento sería Antony Silva el cuidavallas albirrojo, también una prueba de Ramón para darle confianza al considerado número dos de la selección, pese a que la calidad de Diego Barreto tampoco se discute por lo que se vio en las últimas fechas del fútbol guaraní donde fue la figura de su equipo el Olimpia, a la postre vicecampeón del fútbol paraguayo.
Nelson Haedo, un histórico, Rodrigo Rojas la debilidad de Ramón y Juan Iturbe, la apuesta del cuerpo técnico de Díaz desde la última convocatoria del clasificatorio a Rusia, tuvieron actuaciones que refrescaron la zona medular y el ataque albirrojo, aunque no bastó para llegar el empate.
Pero al final de cuentas, la afición paraguaya pudo observar este sábado el accionar de un equipo lejano a los casi 30 años de promedio de las últimas eliminatorias, por una más joven, en algunos casos ya con cierto recorrido internacional y otros de inicio de trayectoria que en cierta forma le dan ilusión de que esto recién empieza y que podrían ser finalmente el recambio de calidad tan esperado de la selección guaraní.
AR/conmebol.com
Fotos: AFP
