Brasil no conquistó su sexta estrella en casa como pretendía pero puede considerarse «victorioso» en la organización de «una de las Copas más bonitas del mundo», aseguró el lunes la presidenta Dilma Rousseff.
Brasil no conquistó su sexta estrella en casa como pretendía pero puede considerarse «victorioso» en la organización de «una de las Copas más bonitas del mundo», aseguró el lunes la presidenta Dilma Rousseff.
«Nuestro país puede considerarse un victorioso en lo que se refiere a la organización de esta Copa del Mundo», aseguró Rousseff en Brasilia al trazar un balance del Mundial-2014 junto a más de una decena de sus ministros.
«Tengo la certeza de que fue sin dudas una de las más bonitas del mundo (…) Tuvimos la Copa de las Copas», añadió, recordando que había quienes decían que el estadio Maracaná solo estaría pronto «en 2038», que habría caos en los aeropuertos o que Brasil no tendría la capacidad de acoger a millones de hinchas.
Rousseff admitió que la humillante derrota por 7-1 contra Alemania en semifinales fue «un problema», pero recordó a los brasileños un proverbio chino, «La derrota es la madre de todas las victorias», y los llamó a superar el asunto.
«Perdimos el trofeo, pero Brasil ganó la Copa con un evento que el mundo enteró admiró», se congratuló por su lado Aloizio Mercadante, ministro jefe de la Casa Civil (un cargo equivalente al de primer ministro).
Brasil aguardaba 600.000 turistas extranjeros durante el torneo de 30 días, el doble que en Sudáfrica-2010. Sin embargo, recibió más de un millón de 202 países diferentes, apuntó el ministro de Turismo Vinicius Lages.
Un sondeo realizado en los aeropuertos de las 12 ciudades mundialistas y 10 fronteras terrestres indicó que 95% de los turistas extranjeros pretenden regresar a Brasil, agregó.
Más de tres millones de brasileños también viajaron por todo el país para asistir a la Copa, que fue cubierta por más de 20.000 profesionales de la comunicación.
Un total de 16,7 millones de personas fueron transportadas en avión por todo el país durante el torneo, con un récord histórico de 572.000 en un único día, según cifras del ministerio de Aviación Civil.
«Y no hubo ninguna falla en la red de energía ni en la transmisión de datos de comunicaciones», se felicitó Mercadante. «Miren lo que hicimos en la Copa (…) ¡Imaginen lo que podemos hacer en los Juegos Olímpicos!» de Rio de Janeiro en 2016, concluyó.
