Desde el inicio de Brasil-2014, Van Gaal fue ensalzado como el gran maestro de la estrategia y los golpes inesperados, un verdadero ‘Kasparov’ del fútbol que sorprendía a sus rivales con jugadas magistrales y se jactaba de ellas en público.

La más notable sin dudas fue el comodín que jugó en cuartos de final contra Costa Rica, cuando hizo ingresar al arquero suplente Tim Krul en el último minuto de la prórroga para ganar en los penales con sus atajadas, una idea que no pudo repetir ante Argentina por haber agotado los tres cambios antes.

De su lado, Sabella fue más bien subestimado por la prensa, en especial la europea, que lo veía apenas como un hombre gris que había logrado armonizar un grupo detrás de la estrella Lionel Messi sin haber dado a Argentina una verdadera identidad futbolística.

Muestra de este desconocimiento, el prestigioso diario deportivo francés L’Equipe daba en un análisis de las ventajas y desventajas entre Argentina y Holanda antes de la semifinal del miércoles un 65% de crédito a Van Gaal contra un 35% para Sabella.

Pero vaya sorpresa se llevaron todos en la partida de ajedrez nocturna en el Arena Corinthians de Sao Paulo, cuando ‘Karpov’ engañó a ‘Kasparov’ al punto de hacerlo pensar que podía ganar en los 120 minutos para que gastase su último cambio con la entrada del delantero Klass Huntelaar y se quedase sin comodín para los penales.

La partida de semifinales era tablas con un empate sin goles, pero como en el fútbol existen los penales, Sabella se impuso finalmente, en sintonía con el estilo de Karpov de aprovechar mínimas ventajas y hacerlas valer en el final.

– La escuela pincharrata –

Entre 1985 y 1995 Kasparov y Karpov, dos grandes maestros de los escaques de la ex Unión Soviética, jugaron 144 partidas con 21 victorias para el primero, 19 para el segundo y 104 empates, aunque fue el ‘Genio de Bakú’ quien se impuso cuatro veces por el título mundial.

Sin improvisaciones brillantes como Van Gaal, Sabella es un estudioso del fútbol de perfil bajo como Karpov que sigue la tradición de Carlos Bilardo, último técnico que sacó campeón mundial a Argentina en México-86, y su maestro Osvaldo Zubeldía, técnico de Estudiantes de la Plata en la segunda mitad de la década de 1960.

En un fútbol argentino que siempre priorizó la improvisación, la fantasía y la picardía, Zubeldía fue un revolucionario que impuso rigurosos planteos tácticos, mezclados muchas veces con un juego fuerte al límite de lo permitido.

Así, Estudiantes –el llamado club de los ‘pincharratas’– hizo historia y ganó tres Copas Libertadores y una Copa Intercontinental, ante el Manchester United en 1968, aunque también tuvo la vergüenza de una derrota bochornosa con expulsados y hasta un jugador detenido frente al Milan de Italia en Buenos Aires.

Sabella ha intentado retomar ese amor por el fútbol como juego de inteligencia y táctica, dejando de lado los excesos físicos en el campo o las jugadas extradeportivas de sus predecesores.

Tras años como ayudante de campo de Daniel Passarella, ‘Pachorra’, que en el argot argentino ilustra a quienes suelen ser «lerdos, tranquilos y silenciosos», se independizó en 2009 y desde entonces su capacidad y perseverancia le han dado frutos.

Estudiantes volvió de su mano a ser campeón de la Libertadores en 2009 con un histórico triunfo de visitante ante Cruzeiro en el mítico Mineirao remontando un resultado.

Pero su brillantez táctica quedó de manifiesto quizás como nunca unos meses después de esa gesta, cuando estuvo a dos minutos de vencer al Barcelona de Pep Guardiola en la cima de su arte en la final del Mundial de Clubes.

Estudiantes se puso en ventaja con un gol de Mauro Boselli en la primera parte y se aprestaba a festejar cuando Pedro igualó en el minuto 88. En la prórroga, Lionel Messi dio el título al Barça.

Cinco años después, y con tres al frente del seleccionado argentino, ‘La Pulga’ está ahora en su once y la Albiceleste en la final del Mundial Brasil-2014 contra Alemania, otra partida de ajedrez en la que ‘Karpov’ espera mostrar su paciencia y doblegar a Joachim Löw.

Por Mariano ANDRADE/AFP

Foto: AFP

Edición: conmebol.com