En su primer entrenamiento, el jugador de 26 años nacido en Rio marcó un lindo cabezazo que celebró lanzándose de cabeza al gramado mojado, deslizándose, como si fuera un gol determinante, en un juego que sus compañeros siguieron a carcajadas y emocionados.

«Yo era tímido, pero cambié y ya no soy más», lanzó el lateral en una rueda de prensa celebrada en la Granja Comary, el centro de entrenamiento de la selección brasileña situado en Teresópolis, a unas dos horas al noroeste de Rio de Janeiro.

«Creo que se nota mi cara de alegría por estar en la selección y disputar una Copa en mi país. Me empecé a reír de alegría al verlos de nuevo. Estar aquí es el sueño de cualquier jugador», añadió.

Marcelo estuvo serio en la rueda de prensa hasta que un periodista le preguntó cómo se sentiría de celebrar su cumpleaños en el partido inaugural del Mundial el 12 de junio. Lo interrumpió para corregirlo: «cumplo el 12 de mayo», pero al reportero insistir con la fecha errada su expresión de «sé cuando nací» con ojos bufones, terminó generando una carcajada colectiva.

El ídolo

Sucesor del legendario Roberto Carlos en el lateral izquierdo del Real Madrid y de la ‘amarelinha’, Marcelo fue formado en las categorías de base del Fluminense y hoy es considerado de los mejores del mundo en esa posición.

La diferencia más evidente entre ambos es la cabellera: mientras Marcelo ostenta ese voluminoso ‘Black Power’, su predecesor lideraba el club de los ‘carequinhas’ (calvitos) de la selección junto a su gran amigo Ronaldo.

Ese estilo melenudo de Marcelo lo comparten sus compañeros Dante y Willian, y David Luiz en versión rubia.

«Mucha gente decía en España que yo era el nuevo Roberto Carlos, pero no creo eso. Él es mi ídolo y quiero seguir sus pasos», indicó Marcelo, serio.

Hoy con 41 años, Roberto Carlos levantó su primera Orejona con el Real Madrid a los 25 en 1998 y luego de nuevo en 2000 y 2002.

Entre risas y lágrimas, Marcelo fue decisivo en la victoria 4-1 sobre el Atlético de Madrid, que le dio al Real Madrid su décima Champions, después de dos fracasos consecutivos en semifinales.

Comenzó en el banco, pero al entrar en el segundo tiempo inyectó gas al equipo. Autor del tercer gol merengue en la prórroga, emocionó a los hinchas al llorar como un niño delante de las cámaras.

«Fue una temporada difícil para mí. Sólo yo sé lo que pasé para jugar aquel juego y marcar un gol y ganar. Fue una sensación de alivio, de deber cumplido», explicó.

Marcelo recibió autorización para llegar el miércoles a la Granja Comary, dos días después que sus compñeros, para poder celebrar «La décima» merengue. Pero finalmente decidió adelantar su viaje un día y llegó el martes.

Dúo humorístico

Abrazos, carcajadas, bromas: el ambiente es bien relajado en los entrenamientos de la Seleçao, aún más después de la llegada de Marcelo, que con Fred forma un dúo que es capaz de acabar con cualquier tensión con su humor.

«Son increíbles para el ambiente, son excelentes. Siempre suben el ánimo. Se necesitan jugadores así», dijo el experimentado portero Julio César, de 34 años, y que disputará su tercer Mundial.

Pero la calidad de Marcelo en el campo sobrepasa su fama de juguetón. Hábil y versátil, puede jugar como mediocampista, como lo demostró en la Champions.

Con su actual entrenador Carlo Ancelotti y su predecesor José Mourinho consiguió mejorar su posicionamiento táctico, aún cuando siga asustando en algunas jugadas.

Muchas veces criticado por apoyar demasiado el ataque y dejar de lado las tareas defensivas, Marcelo será fundamental en la protección de Neymar, la figura del equipo nacional, además de claro está, entretener y bajar la presión en el equipo.

Por Louis GENOT/AFP

Foto: AFP

Edición: conmebol.com