La comunicación recibida el 13 de setiembre de 1923, informaba que al ser aprobados en todos sus términos los documentos oportunamente despachados, desde ese momento, la Asociacion Uruguaya de Footbal pasaba a ser una entidad activa del organismo internacional con plenos derechos.
El cisma de 1922 llevó a que los dirigentes de la Asociacion Uruguaya de Futbol dedicaran sus energías, no solo a la organización del Campeonato Sudamericano de 1923, sino a consolidar su organización. Se guardó como un secreto de mucho valor una gestión iniciada el 19 de mayo de 1923. Por aquel entonces, la A.U.F. había enviado un cable al Ministro Plenipotenciario de Uruguay en Berna, Dr. Enrique Buero, pidiéndole asumiera la representación de la Asociación en el Congreso que tendría lugar en Ginebra 48 horas después, es decir el día 21. Lo mandataban para gestionar la afiliación de la Asociación Uruguaya.
Movilizándose con mucha celeridad el Dr. Buero contestó el 24 de mayo con un cable que decía: “Congreso F.I.F.A. afilió provisoriamente Asociación Uruguaya. Afiliación definitiva sujeta a condición informar datos y proporcionar instrucciones: 1) historia asociación; 2) condición jugadores/clubes, condición importante Federación Internacional reconoce solo una asociación por país; 3) declaración amateur; 4) número clubes afiliados; 5) estadística, concurrencia, matches organizados por asociación; 6) resultados últimos campeonatos. Datos deben enviarse a Secretario General de FIFA de nombre Karsl Hirschmann, domicilio en Ámsterdam. Recibida documentación Asociación quedara afiliada. Aprovechamos presencia delegados Federación vizcaína, Federación Sud, Federación Levantina y Federación Cataluña. Hay propuestas jugar combinado uruguayo en ocasión concurrir juegos olímpicos 1924. Conviene estudiar propuestas, pueden ser mejoradas. Enrique Buero”.
No solo el Dr. Buero se ocupó de la afiliación a la FIFA sino que además, abrió el cauce para concurrir al Torneo Olímpico de Fútbol, abriendo la puerta a una gira por Europa, lo que ningún país sudamericano había logrado. La gestión del Dr, Buero se mantuvo en absoluta reserva y solo se supo varios meses después de haberse concretado. La idea de una gira por Europa constituía un privilegio. Hasta eso momento solo habían venido a nuestro continente desde Europa equipos que dejaron enorme caudal de enseñanza, tales como el Southampthon, Nottingham Forest, Everton, Tottenham Hotspur, Swindon Town, Selección Vasca, Selección de Escocia, Selección de Checoslovaquia, Génova y Torino.
El fútbol en aquel período avanzaba en su popularidad a pasos agigantados, con un clima social y deportivo propio del entusiasmo que el deporte generaba. Una gira por Europa, competir en los Juegos Olímpicos, organizar el Sudamericano en noviembre de 1923, todo eso que parecía un sueño. Pero se podía concretar a partir de que Uruguay obtuviera resultados positivos en el torneo continental que organizaba.
Finalmente, desde Ginebra, acusan recibo a la Asociacion Uruguaya de Futbol de la documentación que se había enviado de acuerdo a las exigencias marcadas por la Federación Internacional y comunicado por el Dr. Buero. La comunicación recibida el 13 de setiembre de 1923, informaba que al ser aprobados en todos sus términos los documentos oportunamente despachados, desde ese momento, la Asociacion Uruguaya de Footbal pasaba a ser una entidad activa del organismo internacional con plenos derechos.
Finalizado el año 23 la F.I.F.A. tenía en sus registros 31 asociaciones afiliadas de las cuales solo 3 eran sudamericanas: Argentina, Brasil y Uruguay. En virtud de que estaba claro que la F.I.F.A. solo admitía una asociación por país y al ser reconocida como tal nuestra Asociación, la aprobación de F.I.F.A. favorecía en consolidar la marcha institucional de la entidad rectora del futbol.
Ese año culminaba con Uruguay Campeón de América el 2 de diciembre de 1923, venciendo en el Parque Central a la Selección Argentina 2 a 0 con goles de Petrone y Cea.
Fuente: Prensa/AUF
Fuente: «Donde se cuenta Proezas” – Ricardo Lombardo
Foto: Dr. Enrique Buero