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Todo listo para el espectáculo en el paraíso

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En apenas unos días, los grandes del fútbol playa aterrizarán en la paradisíaca isla de Tahití para competir por el título más importante de esta disciplina: la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA 2013.

En apenas unos días, los grandes del fútbol playa aterrizarán en la paradisíaca isla de Tahití para competir por el título más importante de esta disciplina: la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA 2013.

Entre preciosos arrecifes de coral y rocas volcánicas, esta isla de la Polinesia Francesa, situada en el sur del océano Pacífico, será un escenario sensacional para un torneo que se prevé apasionante.

La competición se presenta muy abierta y parece que veremos los partidos más emocionantes librados sobre la arena hasta la fecha, ya que, aunque Brasil atraviesa un periodo de transición, desea fervientemente recuperar el trono, Rusia busca defender el título y España, campeona europea, está en buena racha.

Los 16 equipos se enfrentarán del 18 al 28 de septiembre en el primer Mundial de la FIFA celebrado en el archipiélago del Pacífico, y el torneo contará con dos representantes de Oceanía: la anfitriona Tahití e Islas Salomón.

Después de firmar una temporada fantástica, en la que la selección tahitiana ha disputado por primera vez la Copa FIFA Confederaciones de Brasil, la opinión pública confía cada vez más en que el Mundial de fútbol playa dará un impulso a todas las facetas del balompié de la isla y le allanará el camino hacia un futuro brillante.

Mientras los anfitriones esperan que su selección logre superar una dura fase de grupos y pase a las eliminatorias directas, la presión sobre Brasil será inmensa, ya que el antiguo campeón lleva sobre los hombros el peso de conquistar de nuevo el trofeo.

La presión, sobre Brasil
Como inventores de esta disciplina y poseedores de un estilo de juego muy atractivo, los brasileños han dominado siempre el fútbol playa, ganando cuatro de los seis mundiales y logrando treinta victorias en los treinta y cinco partidos que han disputado.

Cuando parecía que nadie los movería del trono, una fuerte y astuta selección rusa supo darle la vuelta a la tortilla y ganar a Brasil en su primera Copa Mundial, celebrada en Italia en 2011. En un momento en que muchos países están experimentando una enorme evolución en la arena y se atreven a soñar con ser los mejores, la pregunta del millón es si Brasil volverá a dar con la nota mágica que antaño le hacía imbatible. «Confiamos en nosotros mismos y queremos volver a ganar», decía Daniel Robles, representante de Brasil, en el sorteo de la fase de grupos.

Los últimos resultados dejan entrever que el primer clasificado de la tabla mundial no lo tendrá todo a su favor cuando comience el torneo en Papeete. Los reis da praia se quedaron este año a las puertas de la final de la Copa América de Fútbol Playa de la CONMEBOL al perder la semifinal contra Paraguay, equipo que después cedió ante Argentina, anfitriona del torneo, que desplegó un juego brillante para hacerse con su primer título en una región acostumbrada a ver tan sólo a Brasil en lo más alto del podio.

Los problemas de la Canarinha para mantenerse líder se deben principalmente a que el fútbol playa es cada vez más popular y experimenta un crecimiento exponencial; además, es un deporte en el que un toque de genialidad de un jugador puede cambiar el curso del partido en menos de un segundo.

Lo que comenzó como unos inocentes pases en las playas de Río de Janeiro se expandió rápidamente en los años 90 con la creación de torneos mundiales y ligas profesionales. El hecho de que exfutbolistas de la talla de Éric Cantona, Zico y Romário se aficionaran a esta disciplina contribuyó a que recibiera la atención mediática de la que goza hoy en día.

Incluso se habla de que el fútbol playa podría ser deporte invitado en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, el lugar donde nació. La incomparable estampa que ofrecerían las mejores selecciones del planeta compitiendo por el oro en la playa de Copacabana supondría sin duda alguna el espaldarazo definitivo para esta variedad de fútbol.

Un torneo abierto
Algunos de los mejores equipos del mundo se han quedado fuera de Tahití 2013, como Uruguay, Portugal y la excampeona Francia, tres grandes ausentes de una interesante lista. Los Países Bajos y Paraguay debutarán en el torneo, demostrando que hay nuevos talentos que comienzan a despuntar y desean cambiar el orden establecido.

Argentina no es el único equipo clasificado para Tahití que ha ganado por primera vez el campeonato regional; los vientos de cambio soplan a lo largo y ancho del mundo del fútbol playa. La selección iraní, animada por un Moslem Mesigar hambriento de goles, destronó a Japón y se hizo con el primer puesto este año. Ahora, los príncipes de Persia esperan dar la talla a nivel mundial.

«Hemos participado en cuatro mundiales y nunca hemos llegado a cuartos –explica Mesigar–. Nuestro mayor obstáculo ha sido siempre la primera ronda. Tenemos mucho que aprender pero diría que ha llegado el momento de sacar provecho de todo lo que sabemos».

En esta ocasión, Argentina, Rusia y España serán las favoritas para hacerse con el título junto con Brasil, en un torneo que cada vez se presenta más complicado. De hecho, los españoles y los rusos podrían protagonizar la primera final europea desde 2005, cuando Francia ganó a Portugal.

Nadie duda de que veremos talento a raudales en Papeete, aunque algunas de las selecciones más fuertes no estén presentes. El público disfrutará de las chilenas, el control y las imposibles voleas de Bruno Xavier, Andre, Luciano Franceschini, Dmistri Shinshin y sus respectivos compañeros de selección.

La técnica, fundamental
El fútbol playa es famoso por el número de goles que se anotan en cada partido y los increíbles cara a cara que se observan. El estadounidense Nick Perera y el salvadoreño Frank Velásquez son dos jugadores con una gran técnica llamados a brillar en el torneo después de una gran actuación en la fase de clasificación.

«Seguramente, el fútbol playa es lo más técnico que puedas ver –nos explica Perera–. Está la dificultad de la arena, que te impide regatear, así que tienes que avanzar y retroceder entre los jugadores y saber jugar al primer toque».

Cuando los goles pueden provenir de cualquier lugar de la pequeña cancha, los porteros son tan importantes como los artilleros. Senegal, campeón africano, se encomendará a su guardameta Al Seyni Ndiaye, que está en plena forma, para superar los cuartos de final, mientras que Vitalii Sydorenko, capitán y portero de Ucrania, es la inspiración de un equipo que algunos apuntan que será la sorpresa de la competición.

En cuanto a Tahití, albergar el torneo de torneos supone una oportunidad única, tanto para la isla como para su industria deportiva, tal como explica Eddy Etaeta, seleccionador de la categoría absoluta: «Estoy convencido de que organizar la Copa Mundial de Beach Soccer repercutirá en la economía, el turismo y el deporte de nuestro país. En los próximos meses se llevarán a cabo numerosas actividades, como seminarios de entrenadores y árbitros, cursos de fútbol en los colegios y otras cosas, lo cual multiplica los beneficios del evento».

Fuente: FIFA.com

Foto: Getty Images

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