Tras el Mundial-2014, en el que Uruguay fue eliminado en octavos de final por Colombia (2-0), el equipo inicia una nueva etapa en la que el próximo objetivo es defender la Copa de América lograda en 2011 en el torneo que se disputará en Chile en 2015.

Para este primer paso se ha ausentado el seleccionador Óscar Washington, convaleciente de una operación, por lo que dirigen la Celeste sus ayudantes Mario Rebollo y Celso Otero.

La mayor novedad del equipo uruguayo es la ausencia de Luis Suárez, sancionado con nueve partidos oficiales internacionales por su mordisco a Giorgio Chiellini en Brasil-2014. Aunque podría disputar amistosos, parece que la intención del cuerpo técnico es ‘acostumbrarse’ a vivir sin su estrella, que se perderá la próxima Copa América.

De esta forma los técnicos de la Celeste tienen que buscar un acompañante para Edinson Cavani, el otro irremplazable de la delantera. Ante Japón, en Sapporo, respondió con un gol Abel Hernández, que había entrado en la segunda.

Precisamente sustituyó a Diego Rolán, de 21 años, y otra de las grandes promesas del fútbol uruguayo. El ariete ha sido una de las piezas importantes en el excelente arranque del Burdeos, líder del campeonato francés, aportando dos goles a su equipo.

El otro tanto ante Japón lo marcó Cavani, que alcanzó los 23 con la Celeste, siendo el octavo máximo realizador en la historia de su selección.

Como ante los nipones, el martes contra Corea del Sur Uruguay se encontrará un equipo en reconstrucción después de un decepcionante Mundial-2014, en el que fue eliminado en la primera fase.

Texto: AFP

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