Hace casi cinco años, un 15 de julio de 2009, Alejandro Sabella lograba su mayor hazaña como entrenador conquistando la Copa Libertadores con Estudiantes de la Plata frente al brasileño Cruzeiro en una remontada ante 75.000 personas en el estadio Mineirao, al que vuelve el sábado como técnico de Argentina para el partido con Irán.
Aquella noche en Belo Horizonte, en la que Estudiantes se impuso 2-1 para levantar su cuarta Libertadores tras un sequía de 40 años, marcó para siempre el destino de Sabella y sentó las bases de su nombramiento en 2011 como entrenador de la selección argentina, que busca su pase a octavos de final del Mundial Brasil-2014.
«Adoro este estadio, es magnífico», ha confesado Sabella, de 59 años, recordando el triunfo del equipo de La Plata liderado por otro mito del club y exjugador de la albiceleste que acaba de retirarse, Juan Sebastián ‘la Brujita’ Verón.
El Mineirao es uno de los estadios brasileños que más le ha costado históricamente a los equipos argentinos. Estudiantes llegó a la segunda final de aquella Libertadores de 2009 con un empate 0-0 como local que no auguraba nada bueno.
Ilusionados con ese buen resultado conseguido en Argentina, unos 75.000 espectadores se dieron cita en el templo futbolero de Belo Horizonte para ver al equipo azul, uno de los más populares de Brasil, conquistar su tercera Libertadores.
Tras un primer tiempo equilibrado, Cruzeiro abrió el marcador apenas comenzado el complemento con un disparo de Henrique, colocando a los ‘pincharratas’ al borde del abismo y obligados a la hazaña.
Pudo haber rematado el partido el conjunto brasileño («pasamos unos chubasquitos», recordaría más tarde Sabella), pero no lo hizo y Estudiantes logró el empate cinco minutos más tarde por intermedio de Gastón Fernández.
Con Sabella junto a la línea de cal y Verón como cerebro en el campo de juego, los de la Plata consiguieron el 2-1 con un cabezazo de Mauro Boselli a poco más de 15 minutos del final, para delirio de los cuatro mil argentinos que viajaron a Belo Horizonte.
«Esto es una gran emoción. Estoy muy contento por lo que hizo el equipo, que dio vuelta un resultado en el Mineirao. Fue algo histórico, como está acostumbrado Estudiantes», dijo el entrenador al regresar a Argentina.
– Una tarea más sencilla –
Ahora, casi cinco años después, Sabella vuelve a la ‘escena del crimen’ con una tarea a priori mucho más sencilla, ya que Argentina y su estrella Lionel Messi enfrentan a Irán buscando el pase a octavos de final del Mundial.
A pesar de todo Sabella no se fía y, amante de las cábalas, durante una visita al Mineirao a fines del año pasado hizo un curioso pedido a las autoridades del estadio.
«Pregunté si me podían cambiar el banco de lugar para que esté donde estaba cuando salí campeón con Estudiantes, pero me dijeron que no», contó el exjugador de River, Estudiantes y Ferro Carril Oeste, entre otros clubes.
El Mineirao es sede de seis partidos del Mundial, cuatro de ellos por la primera ronda, uno de los octavos de final (probablemente con Brasil como protagonista) y uno de las semifinales.
El estadio de Belo Horizonte ha sido escenario de cinco finales de la Libertadores de América, cuatro con Cruzeiro y una con Atlético Mineiro, que ganó en 2013 su ansiada primera copa derrotando por penales a Olimpia de Paraguay.
Además de Estudiantes, el otro equipo argentino que logró dar la vuelta olímpica en esta cancha fue Racing de Avellaneda, campeón de la Supercopa sudamericana en 1988 tras ganar 2-1 en Argentina y empatar 1-1 como visitante con un gol de Omar Catalán.