El capitán de Uruguay, Diego Lugano, regresa a una de las ciudades más especiales para él para disputar el segundo partido del Mundial, ante Inglaterra, ya que el duelo tendrá lugar en Sao Paulo, donde vivió y jugó de 2003 a 2006.
Fue en su primera experiencia fuera de su país, tras formarse en Nacional y destacar en el Plaza Colonia, donde consiguió hacer que los cazatalentos del Sao Paulo se fijaran en él y decidieran incorporarlo a sus filas.
Pasó allí tres años, antes de iniciar su aventura europea y poner rumbo al Fenerbahçe turco, donde estuvo cinco años (2006-2011), los de su consolidación internacional, antes de pasar a París Saint-Germain, Málaga y West Bromwich.
Pero los años vividos en Brasil y en Sao Paulo dejaron huella en su carácter, como jugador y como persona. En el país tampoco le han olvidado.
La prensa brasileña sigue sus pasos y pudo preguntarle el lunes en conferencia de prensa por lo que significa para él regresar a la ciudad en la que vivió, para un partido tan importante con la selección uruguaya.
«Volver a Sao Paulo me produce mucha energía positiva. Nada mejor que ese lugar para un partido tan difícil. Si no puede ser en Montevideo, que sea en Sao Paulo, es el mejor lugar para jugar con energía positiva y que la gente nos pueda contagiar su pasión por el fútbol», dijo en portugués.
Con el Sao Paulo consiguió hacerse un nombre en el fútbol internacional y vivió éxitos importantes, el campeonato Paulista en 2005, el Brasileirao en 2006 y, especialmente, su única Copa Libertadores, la lograda en 2005.
Sus aportaciones fueron tan importantes que fue incluido en 2004 y 2005 en los equipos ideales del fútbol brasileño y de América.
El capitán charrúa espera que Sao Paulo puede traer fortuna al equipo, como se la dio a él en el pasado.
«Inglaterra llega como favorito, pero no es la primera vez que Uruguay se puede sobreponer a una situación adversa», avisó el lunes.