James Rodríguez, autor de dos pases de gol en el triunfo del sábado del Mónaco ante el Saint-Etienne (2-1), empieza a justificar los 45 millones que el club monegasco pagó por él, tras un periodo de adaptación y algunas críticas públicas de Claudio Ranieri.
James Rodríguez, autor de dos pases de gol en el triunfo del sábado del Mónaco ante el Saint-Etienne (2-1), empieza a justificar los 45 millones que el club monegasco pagó por él, tras un periodo de adaptación y algunas críticas públicas de Claudio Ranieri.
Descubierto por el público francés en la temporada pasada en el doble enfrentamiento entre el Oporto y el París SG, en Liga de Campeones, el delantero colombiano no había demostrado nada aún desde su llegada a Mónaco el pasado verano.
Protegido desde su llegada por su técnico Claudio Ranieri, el entrenador italiano cambió de táctica esta semana y le criticó públicamente, achacándole «un problema de mentalidad».
«Piensa como un atacante, pero también debe defender. Al ver que no juega, lo entenderá», dijo Ranieri, tratando de meter la presión sobre su jugador.
Titular frente al Saint-Etienne, el talentoso zurdo respondió con un partido de gran calidad. «Estoy contento porque el Mónaco ha ganado, feliz por haber podido dar dos pases decisivos», se felicitó el jugador, de 22 años.
El colombiano no quiso entrar en polémicas tras las recientes declaraciones de su entrenador. Preguntado por la dureza de las críticas, reconocido por el propio Ranieri, James contestó: «¿Duro? No. Si él lo ve es porque tiene conocimientos. Le respeto. Hay que saber hablar para uno mismo. Eso sirve a cada uno para sentirse bien y mejorar».
Antes del partido ante el Saint-Etienne, Ranieri aseguró que se trataba del debut oficial de la temporada de Rodríguez.
«En el apartado personal estuve bien, en el plano físico también», aseguró el jugador. «Ha sido positivo. Siempre quiero jugar, ayudar al equipo a ganar», añadió.
«Aquí, el fútbol es difícil, pero poco a poco aumento mi nivel de juego. Poco a poco vuelvo a ser el James del Oporto», insistió el delantero.
El novio de la hermana del arquero del Niza David Ospina no empezó con buen pie su andadura en el Principado.
Lesionado en junio en la pantorrilla de su pierna izquierda en un partido de Colombia contra Argentina, James Rodríguez vio perturbada su pretemporada, a lo que se sumó los 15 días pasados en septiembre en Sudamérica para los partidos de clasificación mundialista.
Fue titular y marcó contra Ecuador (1-0) y disputó los 90 minutos ante Uruguay.
James regresó a Mónaco fatigado, al igual que su compatriota Falcao y Ranieri ya avisó que el jugador no estaría en forma hasta mediados de octubre. Así ha sido.
Pero ni él ni el club se preocuparon demasiado, conocedores de que no suele iniciar bien las temporadas y sabedores de que la intención del jugador es llegar en plena forma al mundial de Brasil.
James, además, cuenta con la protección en el vestuario de su compatriota Falcao y de su compañero en el Oporto Joao Moutinho.
Sin ir más lejos, tras el primer gol de Yannick Ferreira Carrasco el sábado, Falcao pidió ostensiblemente al jugador belga que agradeciese con un gesto público la asistencia de Rodríguez.
«Con el tiempo, James se sentirá mejor. No hay que olvidar que estuvo lesionado, lo que le impidió comenzar bien. Trabaja bien y se adapta progresivamente», le defendió Falcao.
«Es un jugador de una inmensa capacidad. Estoy seguro de que será fundamental para nosotros esta temporada», añadió.
Pese a las críticas, debidamente medidas, Ranieri es consciente que tiene un diamante por pulir. «Es un crack. Cuando tiene el balón siempre pasa algo. Estoy convencido de que marcará diez goles esta temporada», predice el técnico.
Por Christophe BELLEUDI/AFP
Edición: conmebol.com