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A 21 años de una celebrada conquista‏ del Sao Paulo de Telé Santana

Fue un partido fantástico, de las mejores finales que se han disputado en la historia de la Copa Intercontinental. Aquel domingo 12 de diciembre de 1993, Sao Paulo se consagró por segundo año consecutivo como el rey del mundo, superando a un magnífico rival: el Milan.

 

Fue un partido fantástico, de las mejores finales que se han disputado en la historia de la Copa Intercontinental. Aquel domingo 12 de diciembre de 1993, Sao Paulo se consagró por segundo año consecutivo como el rey del mundo, superando a un magnífico rival: el Milan.

El equipo que dirigía Telé Santana, ya se había ganado el trofeo en la edición anterior, doblegando a Barcelona. En 1993, también repitió el lauro en la Copa Libertadores, superando en forma concluyente a Universidad Católica, que le posibilitó estar otra vez en Tokio.

A los 38 años, Toninho Cerezo tuvo una actuación fantástica, para coronar su brillante carrera como futbolista. Fue el eje de todos los ataques de su equipo, habilitando a sus compañeros y haciendo jugar a todos. Enfrente estaba el Milan, considerado en forma unánime como el mejor de Europa, con los puntos altos de Franco Baresi, Paolo Maldini, Roberto Donadoni y el francés Jean Pierre Papin.

A los 20 minutos fue la apertura del marcador, tras una buena jugada, que concluyó en un centro de Cafú al medio del área chica, que capitalizó Palinha, enviándola al fondo del arco. De esa manera terminó el primer tiempo, pera apenas comenzando el segundo, el cuadro italiano fue un vendaval sobre el arco de Zetti y a los 49 llegó el empate de Massaro, aprovechando un error de la última línea.

Diez minutos más tarde, nuevamente Sao Paulo se puso en ventaja con una conquista de Toninho Cerezo, apareciendo por el segundo palo, luego de un centro rasante desde la izquierda. Los hombres de Capello buscaron el empate y recién lo consiguieron a 9 del final por medio del inefable Jean Pierre Papin con un golpe de Cabeza.

Todo hacía prever que la definición sería en el tiempo extra, hasta que a los 86 minutos, la suerte se vistió con la camiseta tricolor de Sao Paulo: un pase fantástico de Toninho Cerezo para Müller fue interceptado por el arquero Rossi, pero no retuvo y el balón rebotó en el delantero brasileño, introduciéndose lentamente en la valla, para marcar el 3-2 final y la merecida consagración para 

Telé Santana y sus futbolistas. Sao Paulo seguía reinando en el universo del fútbol.

Formaciones de la final

Sao Paulo: Zetti; Cafú, Valber, Ronaldo, André; Dinho, Doriva, Toninho Cerezo, Leonardo;  Müller, Palhinha (Juninho). DT: Telé Santana.  

Milan: Rossi; Panucci, Costacurta, Baresi, Maldini; Donadoni, Desailly, Albertini (Orlando), Massaro; Papin, Raducioiu (Tassotti). DT: Fabio Capello.

 

Eduardo Bolaños – CONMEBOL.com

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