Mensaje de Presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol con motivo del Centenario de la fundación del ente rector del balompié sudamericano.

Hace cien años, en un 9 de julio como hoy, un grupo de visionarios se reunió en Buenos Aires para organizar el primer torneo de fútbol entre los países del continente sudamericano.

Durante esa reunión, el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, el señor Héctor Rivadavia Gómez, propuso la creación de la Confederación Suramericana de Fútbol –CONMEBOL– originalmente compuesta por las asociaciones de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, y que desde ya hace décadas reúne a  todos los países de Sudamérica.

Hoy, en el centenario de nuestra fundación, rindo tributo de admiración y agradecimiento a estos visionarios del fútbol, que soñaron con promover el desarrollo del deporte y con unir a todo un continente a través de esta centenaria institución. 

Y es que en este centenario, en toda Sudamérica, debemos celebrar con orgullo los grandes logros de nuestro fútbol y el legado que hemos dejado en el escenario mundial: once títulos de la Copa del Mundo; generación tras generación de campeones en las competencias de clubes más prestigiosas, en tierras propias y foráneas; las más grandes estrellas en la historia del deporte; y miles de héroes silenciosos que han impulsado al fútbol sudamericano a la cúspide del deporte.

El mes pasado, en la Copa América Centenario, una competencia futbolísitica de primer nível, celebramos estos 100 años de historia con otro triunfo sudamericano y conmemoramos nuestra misión de promover el desarrollo del deporte en las Américas.

Personalmente, como nuevo Presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, me siento sumamente honrado de presidir esta institución en un momento en el que resulta tan importante recordar nuestro origen, retomar nuestro compromiso con el desarrollo del deporte que amamos, y renovar nuestra institución para un nuevo siglo.

Por eso, hago un llamado a que todos los amigos del fútbol sudamericano se sumen a la cruzada de construir una nueva CONMEBOL para un nuevo futuro.

Un futuro en el que el fútbol sudamericano asumirá un papel aun más protagónico en el crecimiento del fútbol en el hemisferio y alrededor del mundo.

Un futuro en el que la pasión por nuestras respectivas banderas nacionales irá de la mano de valores escenciales como el juego limpio y la lealtad con el rival.

Un futuro en el que podamos volver a vivir el fútbol en familia en los estadios de todo el continente.

Un futuro en el que nuestros clubes, entrenadores y deportistas cuenten con recursos dignos de quienes impulsan el mejor fútbol del planeta.

Un futuro en el que la gobernanza de este deporte que tanto queremos, vuelva a ser del fútbol, por el fútbol y para el fútbol.