El considerado por muchos años el mejor jugador chileno de la historia, Elías Figueroa, elogió  a la Roja. Asimismo el ex defensor – tres veces ganador del mejor futbolista de América- afirmó que “ si hubiese existido el Balón de Oro, también lo habría ganado".

El considerado por muchos años el mejor jugador chileno de la historia, Elías Figueroa, aseguró que actualmente el balompié chileno cuenta con una generación “muy buena de jugadores”. Asimismo el ex defensor – tres veces ganador del mejor futbolista de América- y que este martes último cumplió 70 años, afirmó que “ si hubiese existido el Balón de Oro, también lo habría ganado".

"Ojalá vengan los nuevos y nos superen a todos los de antes. Hoy existe una generación muy buena, (Arturo) Vidal es elogiado y tiene todas las condiciones, depende de él. (Alexis) Sánchez también. (Gary) Medel me encanta y su entrega es total", indicó Figueroa en una entrevista para el local El Mercurio.

Además de reconocer los grandes jugadores que tiene en la actualidad la selección chilena, no duda de su talento y aseguró que si el galardón que premia al mejor futbolista de la temporada y que  es entregado por el prestigioso semanario France Football hubiese existido en su tiempo, sin duda que lo habría obtenido.

"No me gusta repetir esto, mi hijo siempre me lo reprocha, pero fui elegido el Mejor de América tres veces y dos veces el Mejor del Mundo en mi puesto, y si hubiese existido el Balón de Oro, también lo habría ganado. Mi hijo encuentra que es como una prepotencia mía decirlo, pero es verdad. Los muchachos dirán: '¿Este qué se cree?', pero no lo digo con vanidad. Dejo los hechos en la mesa, y que el resto opine", afirma Figueroa. 

El ex jugador cumplió el martes último 70 años e hizo un recuento de su vida personal y lo logrado a lo largo de su carrera. "Tengo la suerte de que me reconozcan en todos lados. Voy afuera y todos quieren sentarse al lado mío, me premian en el Principado de Mónaco. No olvido mi pasado, vengo de una familia de clase media, mi padre era trabajador ferroviario. No me puedo creer el cuento, tuve la suerte y la perseverancia para triunfar. Fui un niño enfermo de poliomielitis, pasé un año en cama, a los 12 años tuve que aprender a caminar de nuevo, no me olvido de los sacrificios de mi mamá. No me creo superior a nadie, pero nadie me regaló nada".

El Gráfico / CONMEBOL.com