Las repercusiones en todo el mundo del fútbol continúan con respecto al fallecimiento de un grande, “El Mariscal” Roberto Perfumo. Compañeros y adversarios lo recuerdan con respeto y admiración de la misma manera que quienes eran hasta el fatídico jueves sus compañeros en espacios periodísticos.
Las repercusiones en todo el mundo del fútbol continúan con respecto al fallecimiento de un grande, “El Mariscal” Roberto Perfumo.
Compañeros y adversarios lo recuerdan con respeto y admiración de la misma manera que quienes eran hasta el fatídico jueves sus compañeros en espacios periodísticos.
Desde conmebol.com buceamos en los archivos para encontrar que en el tomo 1 de los libros de la Copa Libertadores de América, en la página 12, hay un recuadro en el que se destaca la importancia de Perfumo en el Racing campeón de la Libertadores en 1967.
Bajo el título de: “El mariscal de la revolución académica” se lee que Racing contaba, entre otras cosas, con un defensor excepcional: Roberto Perfumo.
“Excelente para el anticipo, llegaba siempre en el momento justo. Salía con elegancia o se imponía con pierna fuerte”.
Luego es el propio Perfumo el que afirma que el mejor equipo que integró fue el denominado “equipo de José”, en referencia al director técnico Juan José Pizzuti. Decía Perfumo, sobre ese Racing que “su principal virtud era el coraje, una cosa fabricada y mantenida por Pizzuti. Era garrote, garrote y garrote. Pedía que los mediocampistas metieran 20 goles por año. Nadie se lo podía discutir, él, como futbolista, metía 30 siendo número 8.Nosotros lo amábamos y eso que siempre le discutía. Pero el jugador que no están de acuerdo es el mejor, es el que puede transgredir”.
Perfumo afrontó lesionado las finales de ese torneo. No podía entrenar y andaba con hielo en el pie. “Me daban inyecciones como para operarme. Cuando jugaba no sentía nada pero cuando me “dormían” el dedo tenía que morder una toalla para no gritar”.
El mismo Pizzutti le adelantó que cambiando su posición de volante a zaguero iba a jugar el mundial. A Perfumo le pareció absurdo: “Eso fue en agosto del ’65, en diciembre Zubeldía me llamó a la selección y no salí más del puesto”.
Fue un indiscutible con la camiseta albiceleste que vistió en 37 partidos durante una década.
conmebol.com
