“Mi sueño desde chico fue jugar la Libertadores”, comenta con ilusión el ídolo paraguayo del Cerro Porteño, Nelson Haedo Valdez, tras anotar un doblete en la victoria 3-2 del ‘Ciclón’ contra el Monagas por el torneo continental, demostrando pujanza y entereza, luego de meses en baja, entre lesiones y una dolorosa exclusión en el equipo principal.
Uno quizás se sorprenda al ver en el banco de expectativa a un jugador como Nelson Haedo, debido a su experiencia e irrefutables condiciones con el balón, pero las lesiones le jugaron una mala pasada en la anterior temporada y se quedó empantanado en bajos rendimientos y, por un largo periodo, remó cuesta arriba para ganarse un lugar en el equipo y la confianza del DT.
Los sueños están para cumplirlas Gracias Dios todopoderoso esto va dedicado a toda la gente que me apoyo en los peores momentos!! GRACIAS pic.twitter.com/YKwgiaSwM1
— Nelson Haedo Valdez (@Haedo18Valdez9) 24 de mayo de 2018
“Eso pasa ahora por mi mente, esos momentos duros donde estuve apartado del equipo y cuando tuve que demostrar fortaleza”, exterioriza el atleta, de origines humildes y que desde muy joven inició un periplo por Europa para cumplir su sueño de ser jugador.
Haedo creció en la pequeña ciudad denominada San Joaquín, situado a 242 kilómetros de la capital paraguaya. Allí, en un terreno de arena al cual denominaban cancha, Nelson aprendió sus primeros regates y celebró sus primeros goles.
Una historia marcó al delantero: En el año 1998, la selección paraguaya jugaba contra Francia por los octavos de final del Mundial, instante fatídico, el gol de Lorenc Blanc; la eliminación de la Albirroja de la competencia y la desazón que invadió el alma de la señora Silvia Haedo, fanática del fútbol, quien derramó unas lágrimas en ese momento.
“Yo le dije a mi mamá: ‘no te preocupes mamá, yo voy a ser jugador de fútbol y voy a llegar a la selección, para que no te pongas así nunca más’», rememora con añoranza el ariete, sabiendo que debía salir de su pueblo para cristalizar ese anhelo.
-Decidido a Creer En Grande –
Con tan solo 16 años de edad, salir por primera vez de su pueblo era un reto y demandaría un encomiable sacrificio.
Su madre en dudas; su padre el apoyo, Nelson se decidió Creer en Grande, pero primero debió morder el polvo, con el fin de alcanzar sus metas. Viajó hasta Asunción para demostrar sus cualidades con el balón, en el modesto Atlético Tembetary.
En la capital paraguaya, los días difíciles llegaron, sin embargo, el tesón de Haedo se mantenía como una dura roca, tan dura como esas gradas que usaba como techo y ese frio suelo que servía como colchón.
Arropado con una vieja manta, sabía que ese martirio tendría su final feliz, como cuando lo vio un empresario del club Werder Bremen de Alemania y lo invitó a una prueba. Nelson, que no tenía ni una maleta en el que poner sus cosas, juntó todo en bolsas de supermercado y se subió a ese sueño que lo invitaba a Creer En Grande.
En el viejo continente, con más dudas que certezas, la única salida era mostrar su talento, que desbordaba y, en su primer amistoso con el club teutón, marcó cuatro goles y dejó fascinados a los propietarios del Bremen, que sabían que estaban ante un diamante en bruto.
«Hace 10 años casi tuve que pedir limosna y ahora mi vida es de película», confiesa el astro paraguayo, digno de respeto y admiración, que ahora vio materializado su deseo gracias al fútbol.
-El nuevo rugir de león-
Apodado ‘León guaraní’ por su entrega y sacrificio, reconoce que los goles no son su especialidad, pero lo compensa con su velocidad y tozudez.
“Sé que no soy un goleador y que los entrenadores me quieren por mi humildad y sacrificio. Tengo garra, carácter, y estoy predispuesto al esfuerzo», destaca sobre sus cualidades el propio ariete, que brilló en las grande Ligas europeas, y que el pasado miércoles anotó sus primeros tantos en la CONMEBOL Libertadores con el club de sus amores, “otro sueño que pude cumplir, desde chico que sueño en jugar la Libertadores”, confiesa el atleta que ahora tiene 34 años.
Se fue haciendo camino al andar, por Europa: Werden Bremen, Borussia Dormtund, Hércules, Rubin Kazán, Valencia, Olympiacos, Frankfurt. Un paso por Al-Jazira de Emiratos Árabes Unidos y el precedente al club de sus amores, Seattle Sounders de la Major League Soccer.
Gritó campeonatos en las ligas de Alemania, Grecia, Estados Unidos y Paraguay.
Otra de las facetas del deportista son sus labores altruistas, un hombre agradecido con la vida que ayuda de manera desinteresada a los niños y jóvenes a realizar sus sueños.
Y luego dicen que solo es fútbol déjame decirles que va mucho más que eso Un verdadero campeón Benjamin pic.twitter.com/DEMSGB6Py1
— Nelson Haedo Valdez (@Haedo18Valdez9) 23 de mayo de 2018
“Uno tiene sueños y por los sueños hay que luchar. A mí me aportaron en del plantel y decidí quedarme a entrenarme solo y ahora estoy acá retribuyéndole el apoyo a esta hinchada maravillosa que siempre me apoyó”, exterioriza el atleta, hoy en Cerro Porteño, y que también supo brillar con la Albirroja, disputando dos Mundiales: Alemania 2006 y Sudáfrica 2010.
Con un presente nuevo en el club de su profeso amor, el ‘León’ se muestra cauto al contestar sobre el más allá de esa noche donde cumplió el deseo de benjamín: marcar en la CONMEBOL Libertadores.
“Mientras las lesiones estén ausentes yo voy a seguir más firme que nunca”, señala el ídolo de la afición guaraní.
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