Arturo Vidal volvió al ruedo y encendió el fuego de Chile, que con su goleada 4-1 ante Venezuela retomó el rumbo en las clasificatorias mundialistas e inyectó un envión anímico al arranque de Juan Antonio Pizzi.
Arturo Vidal volvió al ruedo y encendió el fuego de Chile, que con su goleada 4-1 ante Venezuela retomó el rumbo en las clasificatorias mundialistas e inyectó un envión anímico al arranque de Juan Antonio Pizzi.
Chile 'ganó, goleó y gustó' en la calurosa Barinas frenando una racha adversa de tres partidos sin victorias.
Dobletes de Mauricio Pinilla y Vidal le dieron una nueva vida al campeón de América.
Pizzi celebró el resurgir de su equipo pero reflexionó sobre que la victoria "no decide nada" en una clasificatoria que tienen solo una diferencia de cuatro puntos entre el líder, Uruguay (13 puntos), y Paraguay (9 puntos), que marcha séptimo.
Con el triunfo ante la 'Vinotinto', Chile volvió a la zona de clasificación directa a Rusia-2018, ubicándose cuarto con diez puntos, a tres de Uruguay y Ecuador.
En la vuelta al equipo tras cumplir ante Argentina una fecha de suspensión, Vidal demostró que es el patrón del mediocampo chileno.
El diario Últimas Noticias destacó que Vidal llegó a 15 tantos con la selección moviendose por toda la cancha mostrando "toda la estampa de un crack mundial".
En la previa, Vidal dejó en claro que llegaba al duelo con hambre de gloria.
"Espero ser más líder que nunca", había lanzado el volante del Bayern Múnich. Una premonición que cumplió con creces con una actuación redonda en la que empujó con buen juego y voz de mando al equipo.
"Empezamos muy lento, pero siempre estuvimos concentrados. Estoy feliz por los goles, pero más por el triunfo porque lo necesitábamos mucho", comentó el jugador tras el duelo.
por Giovanna FLEITAS/AFP
Foto: AFP
Edición: conmebol.com
