Matías Arezo, futbolista de River Plate, es el jugador uruguayo más joven en marcar un doblete en la historia de la CONMEBOL Sudamericana; ante Atlético Nacional anotó dos goles con 17 años y 349 días.
El chico de tan solo 17 años se visitó de héroe para salvar al River Plate charrúa frente a un rival de mucho peso internacional como el Nacional de Medellín y consiguió el boleto a los Octavos de Final de la Sudamericana.
Para el primer tanto, Arezo se metió al área rival como un pícaro goleador y sacó provecho de un error defensivo para anotar el primero de su equipo.
Y para el segundo mostró toda su jerarquía, escondió la pelota con una pisada sacándose la marca para definir con sutileza ante la salida del portero.
¡Un gran triunfo de @cariverplateuru!
Los mejores momentos del 31 del Darsenero sobre @nacionaloficial para clasificarse a los Octavos de final de la #Sudamericana en el Parque Viera.#LaGranConquista pic.twitter.com/hmZttdFjvK
— CONMEBOL Sudamericana (@Sudamericana) November 5, 2020
Dos goles que denotan la calidad del lozano goleador, que fue ascendido al plantel principal de River en 2018, cuando tenía 15 años por Pablo Tiscornia, pero fue recién con la llegada de Jorge Fossati, el año pasado, que pudo debutar con tan solo 16.
En las estadísticas también fue uno de los más destacados en River Plate, que acertó 10 remates al arco en la victoria, siete más que su rival; Matías Arezo (5), José Neris (4) y Sebastián Píriz (1) fueron los únicos jugadores del ‘Darsenero’ que acertaron tiros a portería.
Su categoría como goleador y su presencia física (no parece que fuera un chiquilín) hace que ya haya interés de varios equipos del viejo continente. Sin embargo, Matías asegura que el asunto no lo inquieta y espera seguir marcando muchos más goles con River Plate.
Arezo también fue parte de la Celeste en los Sudamericanos Sub 15 y 17.
– Su infancia –
Pasó la niñez en el barrio Tres Ombúes de Montevideo, donde la familia vivía con los abuelos paternos. Hace un par de años se mudaron a Belvedere. Matías tiene cuatro hermanos. Él esperaba a la nena que nunca llegó.
Pero hoy se dedica a malcriar al más pequeño que tiene sólo cuatro años. A pesar de que el fútbol es su vida, su gran ídolo no patea la pelota, trabaja en la construcción y se llama Carlos.
“Mi padre es el ejemplo de persona a seguir. Si pienso en parecerme a alguien, sólo quiero parecerme a él. Es mi ídolo y eso no va a cambiar nunca. Trabaja en la construcción y siempre nos dio todo lo que estuvo a su alcance”, confiesa el joven goleador.
La carrera de Arezo inicia con grandes satisfacciones y pinta para muchos más logros. Un niño que apunta en alto con destreza y convicción animándose a #CreerEnGrande.
CONMEBOL.com
Fotos: EFE
Con datos de OPTA y Ovación.
