En Congreso Extraordinario, la Confederación Sudamericana de Fútbol aprobó de forma unánime los nuevos Estatutos que regirán a la Institución a partir de ahora. El proyecto de reforma se venía impulsando desde enero por la nueva administración de Alejandro Domínguez, Presidente de la CONMEBOL.
Lima, Perú – 14 de septiembre de 2016. El día de hoy, se celebró en la capital del Perú, el 66º Congreso Ordinario de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Acto seguido, la entidad celebró un Congreso Extraordinario, dónde se aprobó con unanimidad el proyecto de reforma de los Estatutos de la Institución.
Durante la presentación del 66º Congreso Ordinario, la nueva administración presentó el presupuesto de 2016, que contempla una reinversión en el fútbol de 91% de los ingresos previstos. “Hoy hemos dado un paso muy claro acorde con nuestro compromiso de rendir cuentas y presentar cuentas claras. Además, el presupuesto aprobado evidencia nuestro compromiso de generar más valor para el fútbol y refleja importantes incrementos en las sumas presupuestadas para pagos a clubes y asociaciones miembro a lo largo del año”, resaltó Alejandro Domínguez, Presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Acto seguido, se dio apertura al Congreso Extraordinario en dónde se presentó un informe sobre el proceso de reforma que se viene adelantando desde hace varios meses, con el propósito de armonizar la legislación interna de la CONMEBOL con los nuevos estatutos de la FIFA.
“Hoy estamos escribiendo una nueva historia. Las reformas aprobadas hoy nos permitirán seguir avanzando en la cruzada de construir una nueva CONMEBOL. Estos cambios nos permitirán implementar las grandes transformaciones que se requieren para que nuestra centenaria Institución vuelva al fútbol como eje central y promueva su desarrollo en toda Sudamérica mediante una gestión profesional, transparente, confiable y sustentable”, resaltó Alejandro Domínguez.
“Esta reforma crea mecanismos que aseguran que la Institución siempre esté por encima de intereses particulares, descentraliza el poder y separa las funciones políticas de las de gestión, promueve un equilibrio de poderes mediante pesos y contrapesos, y crea comisiones de veeduría y control con obligaciones claras y el acompañamiento de miembros independientes ”, explicó Domínguez.
