Junto con los festejos del gol de Roque que definió la serie ante el Independiente del Valle se disparó la memoria de todos hacia el 24 de febrero de 1999. Aquella noche, también en el Defensores del Chaco, Roque había hecho su debut en la Copa Libertadores con apenas 17 años
La noche del Defensores del Chaco se había presentado ideal para Olimpia. Tras perder la ida en Ecuador con Independiente del Valle 1-0, a los 25 minutos ya estaba 2-0 acariciando la clasificación.
Sin haber tenido mayores sobresaltos, sobre el final de la etapa sufrió un inesperado gol que lo dejaba fuera de la Libertadores.
El reloj avanzaba en el segundo tiempo y la desesperación ganaba a los simpatizantes de Olimpia, que miraban tanto la cancha como el banco de suplentes. Suponían que allí podía estar la salvación, más precisamente en ese hombre de 35 años, que tenía la camiseta número 24 y que había regresado al club tras 18 años.
A los 72, el entrenador Pablo Repetto le hizo la indicación para que ingresara por el defensor Cañete. Y Roque Santa Cruz entró envuelto en una ovación. Tan merecida como esperanzada.
Y devolvió ese afecto 9 minutos más tarde, al conectar de manera impecable un cabezazo que puso la chapa de 3-1 final y la clasificación a la tercera fase.
Anotándose también el record de ser el futbolista que más tiempo tardó en volver a marcar en Copa Libertadores. Fueron 17 años, 11 meses y 14 días.
Por eso, junto con los festejos se disparó la memoria de todos hacia el 24 de febrero de 1999.
Aquella noche, también en el Defensores del Chaco, Roque había hecho su debut en la Copa Libertadores con apenas 17 años. Nada menos que en el clásico frente a Cerro Porteño y lo hizo a su manera, con el sello indeleble que lo acompañaría en toda su brillante carrera: Marcándole dos tantos a Aldo Bobadilla, que no alcanzaron para revertir lo que fue una derrota 4-3, pero que sirvieron para mostrar que el talento no tiene edad.
Rápidamente se marchó a Europa, para su extensa estadía en Bayern Munich (1999 a 2007), luego el paso por el fútbol inglés (Blackburn Roberts y Manchester City), recalando en España (Betis y Málaga) y en México (Cruz Azul), siempre con la marca de sus goles.
Lo mismo que en la selección, donde se dio el gusto de disputar tres 12 partidos a lo largo de tres Mundiales: 2002, 2006 y 2010.
Ahora está de regreso. Con su inalterable estirpe de artillero para ayudar a soñar a Olimpia a reconquistar a esa vieja amiga llamada Copa Libertadores.
Eduardo Bolaños/conmebol.com
Fotos: AFP/internet