Por cómo ayuda a manejar los tiempos de un equipo que parece un relojito, cuesta creer que en algún momento al volante del Atlético Nacional colombiano, Sebastián Pérez, no le gustaba el fútbol.
Por cómo ayuda a manejar los tiempos de un equipo que parece un relojito, cuesta creer que en algún momento al volante del Atlético Nacional colombiano, Sebastián Pérez, no le gustaba el fútbol.
"Es cierto, hasta los 5 o 6 años era fanático de la motos. No quería saber nada con la pelota", confiesa a FIFA.com el colombiano, quien ahora tiene 23 y es pieza nodal de un Atlético Nacional que, tras vencer en la semifinal de ida como visitante a Sao Paulo 2-0, acaricia regresar a una final de Copa Libertadores por primera vez desde 1995.
Su papá Luis Enrique, profesor de Informática, pero sobre todo su hermano Julián, cantante pop, lo llevaron para el lado del balón. "Cuando lo entrevistan y le preguntan por mí, Julián dice que el fútbol me empezó a gustar gracias a él, y algo de razón tiene, siempre insistía en ir a patear. Tiene la mitad del crédito", agrega Seba con humor.
Una vez que le tomó el gustó no paró. Supo ser arquero y enganche hasta que en 2005 lo descubrió Jaime Arango, exjugador de Atlético Nacional, en el torneo Ponyfútbol, certamen infantil que mostró el primer brillo de otros talentos como James Rodríguez.
"A los 12 llegué a Nacional, a los 14 me pusieron de volente central y a los 17 debuté en primera", resume Pérez, quien por su facilidad para estudiar podría haber sido profesional universitario.
El sello de un equipo
Hoy es un mediocampista criterioso para el primer pase y con salida clara, capaz de jugar por el medio o las bandas, que pelea por la titularidad en la selección Colombia y con futuro europeo.
Desde su debut en 2011, el Verde de la Montaña ha dominado a nivel nacional: lleva 5 campeonatos de liga, 2 Superligas y 2 Copas de Colombia. Esos 9 éxitos lo hacen el jugador más ganador en la historia del club junto a su compañero Franco Armani.
Aún así le falta algo. "No menospreciamos el torneo local, queremos seguir ganando títulos, pero la espinita es el torneo internacional. El anhelo desde el principio de años es esta Libertadores", dice Pérez, subcampeón de River Plate en la Copa Sudamericana 2014.
Atlético Nacional va por el camino correcto. Fue el mejor equipo de la fase de grupos con 16 sobre 18 puntos posibles, sin siquiera recibir un gol. Tras superar a Huracán llegó la prueba de fuego, Rosario Central, que le quitó el invicto en Rosario y arrancó ganándole en Medellín.
"La revancha nos dio una señal grande. 0-1 y con la necesidad de hacer tres goles, el equipo demostró que también juega bien cuando el resultado es adverso. Tiene tranquilidad y paciencia, pero además apuro si es necesario. Eso habla muy bien de su versatilidad y mentalidad".
El pasaje a semifinales confirmó el análisis de aquellos que siempre dieron a Atlético Nacional como firme aspirante. "Nunca nos sentimos candidatos, ni siquiera luego de la primera fase. Sí deseábamos demostrar que somos un buen equipo, y que se hablara de Nacional por su juego, que lo destacaran por querer dar espectáculo. Ahora queremos ser finalistas".
Apenas 90 minutos lo separan de ese objetivo, luego del espectacular 2-0 que lograron en San Pablo con dos goles del goleador Miguel Ángel Borja, quien hacía su debut. "Esto también habla bien del equipo, está muy armado. Acá un futbolista bueno no desentona, porque nuestro estilo se adapta a los jugadores técnicos".
Su nombre sonó para el Barcelona, el Sevilla y siguen las firmes. "Tener tantas cosas importantes por jugar me permiten mantenerme concentrado", dice Pérez. "No tengo apuro. Ahora prefiero focalizarme en ganar la Copa, por nosotros y por los hinchas", amplía quien en cualquier momento será papá de Valentín, su primer hijo.
Si logra la Libertadores, quizás su partida a Europa se postergue unos meses más. "No voy a mentir, sueño mucho con jugar el Mundial de Clubes en Japón. Sería lo único que me faltaría".
FIFA.com: http://goo.gl/xofnnQ
