Y, después de una lucha épica, el sueño de millones se hizo realidad. La Copa del Mundo regresa a la Argentina y a Sudamérica, la tierra del mejor fútbol del mundo.
En la que quizás fue la final más emocionante en la historia de los mundiales, la selección argentina ganó por tercera vez la Copa del Mundo, el trofeo anhelado por todos los futbolistas e hinchas del planeta. Esta conquista no fue un accidente ni una casualidad. Y nadie le regaló nada a la albiceleste. Es el fruto del talento y la garra de los jugadores, del trabajo responsable y metódico del cuerpo técnico, de la visión y empeño de la dirigencia y de la fe y el empuje de millones de hinchas de Argentina y el continente.
Nuestras más calurosas felicitaciones al capitán Lionel Messi y sus compañeros, al técnico Lionel Scaloni y su cuerpo técnico, al presidente Claudio Tapia y sus colaboradores y a todo el pueblo argentino por esta más que merecida Copa del Mundo. En situaciones que muchos otros equipos se derrumbarían, la selección argentina apostó a la unidad, mantuvo la confianza y la concentración y Creyó siempre en Grande para alcanzar la cima del deporte mundial. ¡Salud, campeones del mundo!
Desde la CONMEBOL colaboramos en todo lo posible con las cuatro selecciones sudamericanas clasificadas a la Copa del Mundo. Para ello instituimos en abril un premio de USD 10.000.000 para la selección del continente que ganara el torneo, monto que entregamos ya a la albiceleste en el mismo vestuario campeón del mundo, minutos después de esa final inolvidable.
Además, la CONMEBOL llevó a Catar toda la historia, el color y la alegría del fútbol sudamericano a través de una iniciativa inédita: el Tree of Dreams, la Casa de la CONMEBOL en Doha. Más de 100.000 personas visitaron el lugar, que se convirtió en una parada obligatoria para los aficionados de todo el mundo que se trasladaron a Catar. Pelé y Maradona, los mejores futbolistas de la historia, recibieron homenajes en este espacio único, que replicaba un barrio de cualquier ciudad sudamericana.
La intención fue también mostrar al mundo la relación especial que Sudamérica tiene con el fútbol, parte fundamental del ADN cultural de nuestro continente. En honor a esa historia y a esa pasión, queremos que la Copa del Mundo del 2030 se juegue en Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile. Queremos que, cien años después, el balón vuelva a rodar donde todo comenzó.
No me queda más que agradecer a Catar y sus autoridades por la hospitalidad y calidez que demostraron en todo momento. Corresponde además felicitarles por un torneo que quedará para siempre en la historia del deporte. Felicitaciones también a la FIFA por la magnífica organización. Gracias al equipo de la CONMEBOL por el esfuerzo y la dedicación a lo largo de varias semanas.
¡SIGAMOS CREYENDO EN GRANDE!
Alejandro Domínguez W-S
Presidente de la CONMEBOL.
